Brad Pitt decidió esta semana demandar a su ex, Angelina Jolie, luego de que esta presuntamente vendiera su participación en el viñedo francés Chateau Miraval sin su autorización.
El actor alegó que cuando contrajeron matrimonio en 2014, acordaron que ninguno de los dos podría vender su parte en el viñedo sin el consentimiento expreso del otro. Pero, en medio de una batalla legal extendida por la custodia de sus hijos y un divorcio muy difícil, Angelina decidió vender su parte al millonario ruso Yuri Shefler, sin que Pitt tuviera conocimiento.
“Jolie consumó la venta sin el conocimiento de Pitt, negando a éste el derecho de consentimiento que le debía y el derecho de rehusarse… Ella vendió su participación con el conocimiento y la intención de que Shefler y sus afiliados buscaran controlar el negocio al que Pitt se había dedicado y socavar la inversión de Pitt en Miraval”, detallan los documentos de la demanda, según publicación de Page Six.
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El medio asegura que Brad Pitt invirtió una considerable suma en el viñedo, el 70% de lo que costó renovarlo, y lo convirtió en uno de los mayores productores de vino rosé del mundo.
Jolie vendió el viñedo porque es objetora del alcohol
Jolie explicó que había comprado Miraval con Pitt ‘como un negocio familiar’ y como el lugar donde creía que ‘envejecerían’ juntos. Sin embargo, en 2021 la actriz afirmó que no podía “seguir manteniendo ninguna posición de propiedad en un negocio basado en el alcohol dadas sus objeciones personales”.
En octubre, la actriz concretó la venta de su parte del viñedo por un monto desconocido. de acuerdo a la demanda, esto evita que Brad pueda usar el ‘chateau’ como residencia personal, ya que pasa a ser una propiedad corporativa. Además, él estaba interesado en comprar su parte a Jolie.
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“Jolie pretende recuperar para sí misma unos beneficios no ganados, al tiempo que inflige un daño gratuito a Pitt. Hace tiempo que Jolie dejó de contribuir a Miraval, mientras que Pitt invertía dinero y sudor en el negocio del vino. Jolie pretende apoderarse de unos beneficios que no ha obtenido y de los rendimientos de una inversión que no ha realizado”, indica el texto.
Miraval, que compraron por 28,4 millones de dólares en 2008, está situada en el sur de Francia y se cree que ahora vale más de 140 millones de dólares. Además del viñedo, consta de una mansión de 35 habitaciones rodeada de exuberantes jardines con un foso, fuentes, acueductos, un estanque, y una capilla, donde la pareja contrajo matrimonio en 2014.