La historia real de ‘Inventando a Anna’, de Netflix: la estafadora que conquistó Nueva York

Conoce cómo una mujer pasó de no tener un solo contacto en Nueva York a convertirse en una socialité legendaria.

Inventando a Anna

Inventando a Anna/FB Netflix

El 11 de febrero Netflix lanzó ‘Inventado a Anna’, una nueva miniserie a cargo de Shonda Rhimes, creadora de shows icónicos como ‘Scandal’ y ‘Grey´s Anatomy’. La serie está basada en la historia real de Anna Delvey, una supuesta heredera alemana que conquistó las altas esferas estadounidenses y llevó a cabo estafas millonarias.

Julia Garner, a quien ya vimos en la serie ‘Ozark’, interpreta a Anna desde que llega a Nueva York, sin tener un solo contacto, en donde, a base de engaños, logra subir como la espuma: lleva una vida de lujos, se codea con las familias más prestigiosas del país y con celebridades… hasta que es descubierta y llevada a prisión.

Pero, ¿quién es realmente Anna Delvey, o mejor dicho, Sorokin -su apellido verdadero-?, y ¿cómo logró ser “amiga” de las personas más influyentes de Estados Unidos? Aquí te contamos los antecedentes de Anna, cuáles eran sus métodos para lograr hacer fraudes y cómo terminó sentenciada de 4 a 12 años de prisión.

 

La historia real de Inventando a Anna: el nacimiento de Anna Delvey

Todo empezó cuando en 2018, Jessica Pressler publicó en New York Magazine “Maybe She Had So Much Money that she lost track of it”, un artículo (que pueden leer aquí) sobre una mujer que en pocos años logró integrarse a grupos de la clase alta de Nueva York, a quienes nombraba como sus amigos, con quienes viajaba por el mundo, se hospedaba en hoteles de lujo y comía en los mejores restaurantes.

Anna contaba que era una heredera alemana y que su padre tenía negocios relacionados a la industria de los paneles solares. En algunos casos mencionaba que su dinero provenía del petróleo o que era hija de un diplomático alemán con residencia en Rusia.

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Nada de eso era cierto: Anna Sorokin se cambió el apellido a Delvey, no era alemana, sino de origen ruso, y venía de una familia de clase media. Nada de herencias, dinero fácil, ni diamantes. Todo lo inventó, después de analizar a la alta sociedad y descubrir cómo trepar hasta ser uno de ellos.

En la publicación de Pressler se narra cómo personas que conocían a Anna notaban actitudes extrañas en la inesperada socialité. Era poco amable, nunca usaba tarjeta de crédito, para no dejar rastro, y siempre pedía a sus acompañantes que pagaran las cuentas con el pretexto de que ella les depositaría su parte, situación que nunca sucedía, pero todos lo solían pasar por alto.

Anna iba a todas las semanas de la moda, descansaba en yates, se rodeaba de personas expertas en arte, celebridades y tenía planeado abrir un tipo de club o fundación muy selecto, sin que nadie sospechara que todo era una farsa.

Nada dura para siempre: la caída de Anna Delvey

Poco a poco personas cercanas a ella comenzaron a sospechar. Michael Xufu Huang, coleccionista de arte, se dio cuenta de que algo estaba mal: Anna había celebrado su cumpleaños con una gran fiesta en un restaurante en Soho, Nueva York, pero no había pagado la cuenta.

Fue así como sus “amigos” comenzaron a tomar distancia y las deudas se acercaron más que nunca. Le debía dinero a las personas que habían creído e invertido en su proyecto, tenía una deuda de 30,000 dólares con un hotel de Soho, y muchos problemas con los bancos a los que había estafado con cheques falsos.

En 2019, Anna Sorkin fue declarada culpable y sentenciada a pasar años en prisión por delitos de fraude, robo y estafa. Su historia se hizo popular gracias al artículo de Pressler, quien forma parte del equipo de producción de la serie de Netflix.

Y ahora te preguntarás: ¿cómo logró Anna Sorokin conquistar a las personas más “cool” y ricas del mundo? La respuesta se menciona al final del artículo de Jessica. Anna no era increíblemente hermosa ni encantadora ni poseía una inteligencia extraordinaria, esto fue lo que hizo: “vio el alma de Nueva York y reconoció que si distraes a las personas con objetos brillantes, fajos de efectivo… si les enseñas el dinero, estarán virtualmente incapacitado para ver algo más”.

 

Si te llamó la atención la historia real de Inventando a Anna y te gustan las historias de estafas y fraudes, otra opción -seguro, ya la viste, pero no sobra recomendártela- es que veas ‘El Estafador de Tinder’, una documental original de Netflix que cuenta la historia de Simón Leviev, un hombre que se hacía pasar por un heredero millonario y estafó a mujeres por aproximadamente 10 millones de dólares.

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